AQUÍ OS DEJAMOS EL CUENTO
Érase una vez que se era un monstruo llamado Pepe.
Pepe era muy grande, con mucho pelo de color rojo y una naricita redondida de color azul.
Vivía en lugares que nunca te imaginarías como los armarios, detrás de las cortinas, debajo de las camas...
Pero
Pepe estaba triste, porque siempre que se metía en todos esos sitios
era para hacer amigos, y siempre que lo hacía, los niños no paraban de
llorar y gritar, y Pepe se ponía muy muy triste...
Una
noche, se escondió en el armario de un niño, cuando el niño lo vio, no
lloró, Pepe no podía dar crédito a lo que veía: un niño que no lloraba
al verle!!
Se acercaba despacito al niño, mientras éste no dejaba de mirarle.
Cuando llegó a su cama le dijo:
-hola!
-hola-dijo el niño-
-No lloras??
-no-respondió el niño-
-y por qué?no te doy miedo?
-no-dijo él.-
-Y cómo te llamas
-Me llamo Pablo
-Hola
Pablo, yo soy Pepe y siempre que quiero hacer amigos por las noches, me
escondo en lugares para que no se asusten pero cuando me ven aparecer
lloran sin parar.
-Yo.. es que no tengo amigos
-Y por qué?
-Porque tengo el pelo azul, y los niños dicen que soy muy raro y no quieren ser mis amigos.
-Vaya tontería, mi nariz también es azul!!. Pues yo quiero ser tu amigo. Además tengo una idea:
Todas las noches me escondo en un lugar diferente y conozco a niños distintos, vente conmigo, de acuerdo?
-Vale-dijo Pablo-
A la noche siguiente Pepe se fue con Pablo a la casa de un niño, esta vez se escondieron detrás de un enorme peluche.
El
otro niño se encontraba en la cama y cuando vio que algo se movía
detrás de su peluche, comenzó a llorar, pero enseguida dejó de llorar
cuando vio que era un niño.
Pablo se le acercó y
le contó que tenía un amigo que era un Monstruo y que le encantaba
contar chistes, que si quería que lo llamasen, el niño asintió, contaron
hasta tres y Pepe apareció.
Pepe se sentó junto
a ellos en la cama y les empezó a contar chistes, los tres se morían de
la risa, hasta que el niño se durmió y Pablo y Pepe su fueron.
De
esta forma todas las noches iban a visitar a un niño y así Pablo
comenzó a tener muchos amigos, Pepe también, ya que ninguno lloraba
cuando le veía, y el resto de los niños dejó de tener miedo a los
monstruos.
Y colorín colorado este cuento de monstruos ya ha terminado!!
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